El 2 de octubre de 1847 ocurrieron dos sismos de 8.1 en Ocotlán y al día siguiente la imagen de Jesús crucificado se visualizó en el cielo.
Por: Kimberlyn Flores*

La última misa solemne en honor al Señor de la Misericordia se llevó a cabo este 3 de Octubre. Fue ofrecida por la Celanese y la Familia Magallón y precedida por el Obispo Auxiliar de Guadalajara, Héctor López Alvarado, quien fue invitado por la empresa química.
El reflexionar y tomar conciencia de que Dios es cercano a través de su misericordia sobre la comunidad católica es una de los objetivos de la celebración religiosa, mencionó López Alvarado.
“La trascendencia está en sentir a Dios tan cercano a nosotros y cuando más lo necesitamos, cuando más lo requerimos”, comentó en referencia a la manifestación de Cristo después de los sismos en la localidad en 1847.
Según el estimado de la notaría, a la celebración eucarística asistieron alrededor de 2000 personas, entre ocotlenses, residentes de pueblos colindantes como Poncitlán y extranjeros.
“La participación de la gente es grande, desde que entré el templo estaba a reventar, lleno (…) Yo veía el fervor de la gente en misa, en las respuestas a la palabra de Dios, los cantos, la participación, la comunión, el reflejo de la fe de este pueblo. El estar celebrando un acontecimiento como éste manifiesta su fe en la sencillez y ver de veras, a Dios cerca”, explicó López Alvarado.
El festejo del Señor de la Misericordia comienza desde el 20 de septiembre, a partir de esa fecha hasta el 3 de octubre cada uno de los gremios se encarga de realizar una compostura diferente todos los días para su respectiva celebración eucarística a las 11:00 am en el Santuario del Señor de la Misericordia.
Durante ese periodo también hay verbena popular con castillos de pirotecnia, danzas, música en vivo, entre otras actividades artísticas y culturales.